LA TORRE DE LOS 7 JOROBADOS.
Sirva esta pequeña serie para hacer un homenaje a Emilio Carrere como escritor y a Edgar Neville como realizador de la película. Nunca en una novela o película vi un derroche de surrealismo tal, muy cercano a la experiencia que tuve al trabajar en un museo de arte contemporáneo, salvando distancias. Durante las interminables horas de vigilancia estoica ante un Tapies que no tenía título o un Merz con los neones fundidos, recorría mentalmente todos los recónditos lugares del museo buscando la entrada a esa maravillosa cripta que sabía que había de estar debajo de los vestuarios. A veces creí ver algún fantasma que me invitaba a hacer pactos incongruentes. Puede que también las pesadillas vinieran por ver una y otra vez la citada película, no menos de 6 o 7 veces al día. Como una especie de tortura elaborada por el gabinete del doctor Galigari. En fin fin fue una temporada atípica buscando fantasmas por las escaleras y las zonas cerradas al público. Lo dicho todo un derroche de surrealismo al más puro estilo Carrere que no al estilo Dali. Ahora solo queda que vosotros dejéis volarvuestra imaginación con esta búsqueda de la entrada a:
“La torre de los 7 jorobados”
©López Moral 2020